La preescritura es una etapa fundamental en el proceso de redacción, donde se gesta la idea antes de plasmarla en texto. Este concepto, ampliamente discutido por especialistas en comunicación y educación, permite organizar ideas, establecer estructuras y preparar la mente para escribir de manera eficiente. A lo largo de este artículo exploraremos, desde diferentes perspectivas teóricas, qué implica la preescritura según autores relevantes del campo.
¿Qué es la preescritura según autores?
La preescritura se define como la fase inicial del proceso de escritura en la que el autor organiza ideas, establece una intención comunicativa y comienza a estructurar mentalmente lo que desea expresar. Autores como Emilia Ferreiro y Marta Elena Graciano han destacado la importancia de esta etapa, especialmente en la enseñanza de la escritura a niños en edad escolar. Para ellos, la preescritura no es un mero garabato, sino una representación simbólica que refleja el pensamiento del niño antes de aprender el sistema alfabético.
Un dato curioso es que los primeros intentos de preescritura en niños pueden incluir dibujos, símbolos personalizados o incluso marcas sin sentido aparente. Estos elementos no son caóticos, sino que son una manifestación del intento por comunicar algo, lo cual es clave para entender el desarrollo del pensamiento simbólico. Esta etapa es vista como un precursor natural del aprendizaje de la escritura convencional.
La preescritura también tiene un valor didáctico, ya que permite a los docentes observar cómo los niños intentan representar sus ideas, lo cual les ayuda a diseñar estrategias más efectivas para enseñar la escritura. En este sentido, autores como Lilia P. Aranda han enfatizado que la preescritura debe ser valorada como una etapa válida del proceso creativo y no como un error que deba corregirse de inmediato.
El rol de la preescritura en la formación de escritores
La preescritura no solo es relevante en la educación infantil, sino que también tiene un lugar destacado en el proceso creativo de escritores adultos. En este contexto, se entiende como una fase de reflexión, planificación y experimentación antes de comenzar a escribir de manera formal. Autores como Peter Elbow y Donald Murray han explorado cómo esta etapa permite al escritor explorar ideas sin presión, lo que facilita la generación de contenido coherente y original.
En la literatura académica, se ha destacado que la preescritura puede incluir desde listas de ideas, esquemas, mapas mentales hasta borradores iniciales. Estos instrumentos ayudan al autor a organizar su pensamiento antes de comenzar a escribir, lo que resulta en un texto más estructurado y cohesivo. Por ejemplo, en el proceso de redacción de un ensayo académico, la preescritura puede incluir la búsqueda de fuentes, la definición de tesis y la planificación de argumentos.
Además, la preescritura puede ser un proceso iterativo, en el que el autor vuelve a revisar sus ideas y ajustar su enfoque antes de comenzar a escribir. Esta flexibilidad permite una mayor creatividad y una mejor adaptación a las necesidades del texto final. En este sentido, autores como Anne Lamott, en su libro *Bird by Bird*, destacan que la preescritura puede ser el momento más emocionante del proceso, ya que es donde nace la idea sin restricciones.
La preescritura en el ámbito digital
En el mundo de la comunicación digital, la preescritura ha adquirido nuevas dimensiones. Las herramientas tecnológicas permiten al autor explorar sus ideas de manera más dinámica y colaborativa. Plataformas como Google Docs, Notion o Trello son utilizadas para organizar ideas, crear estructuras narrativas y hasta planificar campañas de contenido. Autores como Seth Godin han destacado la importancia de este proceso en la creación de contenido digital eficaz.
En este contexto, la preescritura también implica considerar aspectos como el público objetivo, los canales de distribución y las métricas de rendimiento. Esto transforma la preescritura en un proceso no solo creativo, sino también estratégico. Por ejemplo, antes de escribir un artículo de blog, es común realizar un análisis de keywords, planificar la estructura SEO y definir el tono del mensaje.
La preescritura digital también permite al autor experimentar con diferentes formatos, como videos, infografías o páginas web interactivas, antes de decidir cómo presentar su contenido. Esta flexibilidad es especialmente útil en entornos donde la atención del lector es limitada y el impacto visual juega un papel clave.
Ejemplos prácticos de preescritura
Un ejemplo clásico de preescritura es el uso de mapas mentales para organizar ideas antes de escribir un ensayo o un artículo. Por ejemplo, si un estudiante quiere escribir sobre el cambio climático, podría comenzar creando un mapa mental con categorías como causas, efectos, soluciones y datos estadísticos. Este proceso le ayuda a visualizar cómo estructurar su texto y qué información incluir.
Otro ejemplo es el uso de listas de ideas para un relato corto. Un escritor podría escribir una lista de personajes, escenarios, conflictos y resoluciones antes de comenzar a escribir. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también asegura que el relato tenga coherencia y un desarrollo lógico.
En el ámbito profesional, las personas que escriben correos electrónicos o informes suelen hacer una preescritura mental o escrita para asegurarse de que el mensaje sea claro y efectivo. Por ejemplo, antes de redactar un correo a un cliente, se podría hacer una lista de objetivos, puntos clave y el tono que se quiere transmitir.
La preescritura como herramienta de pensamiento crítico
La preescritura no es solo una preparación técnica para escribir, sino también un ejercicio de pensamiento crítico. Al organizar ideas y establecer conexiones, el autor desarrolla habilidades de análisis, síntesis y evaluación. Autores como Linda Flower y John R. Hayes han señalado que esta etapa permite al escritor explorar múltiples perspectivas antes de asumir una posición definida.
En el aula, la preescritura puede usarse como una estrategia para enseñar a los estudiantes a pensar de manera más estructurada. Por ejemplo, antes de escribir una redacción, se les puede pedir que realicen un brainstorming, donde anoten todas las ideas que les vengan a la mente sin juzgarlas. Este ejercicio fomenta la creatividad y reduce la presión de escribir algo perfecto desde el principio.
Otra ventaja es que la preescritura permite al autor identificar posibles lagunas en su conocimiento o en su argumento. Antes de comenzar a escribir, puede revisar si tiene suficiente información para respaldar su tesis o si necesita investigar más. Este hábito no solo mejora la calidad del texto, sino también la confianza del autor en su trabajo.
Recopilación de técnicas de preescritura según autores
Existen diversas técnicas de preescritura que han sido propuestas por autores de renombre. Algunas de las más conocidas incluyen:
- Brainstorming: Consiste en generar una lista no estructurada de ideas sin censura. Esta técnica fue popularizada por Alex Osborn y es útil para explorar múltiples posibilidades antes de decidirse por una dirección.
- Mapas mentales: Herramienta visual que permite organizar ideas en torno a un tema central. Es especialmente útil para proyectos complejos o extensos.
- Listas de preguntas: Antes de comenzar a escribir, se pueden formular preguntas que guíen el desarrollo del texto. Esta técnica es efectiva para ensayos y artículos de opinión.
- Escritura libre: Consiste en escribir sin parar durante un periodo determinado, sin preocuparse por la gramática ni la coherencia. Esta técnica, propuesta por Peter Elbow, ayuda a liberar el flujo de pensamiento.
- Resúmenes iniciales: Escribir un resumen breve del texto antes de desarrollarlo puede ayudar a tener una visión general del contenido y su estructura.
El impacto de la preescritura en la calidad del texto
La preescritura tiene un impacto directo en la calidad del texto final. Al dedicar tiempo a planificar y organizar ideas, el escritor reduce la necesidad de reescribir y corregir múltiples veces. Esto no solo ahorra tiempo, sino que también mejora la coherencia y la claridad del mensaje.
En el ámbito académico, por ejemplo, los estudiantes que realizan una preescritura adecuada tienden a obtener mejores calificaciones. Esto se debe a que su texto muestra una estructura clara, una tesis bien definida y argumentos sólidos. Además, estos estudiantes suelen sentirse más seguros al momento de presentar su trabajo.
Por otro lado, la falta de preescritura puede llevar a textos desorganizados, con ideas repetidas o incompletas. Esto no solo afecta la calidad del producto, sino también la confianza del autor. Por eso, muchos docentes y editores insisten en que la preescritura es una etapa indispensable para cualquier proceso de escritura serio.
¿Para qué sirve la preescritura?
La preescritura sirve para organizar el pensamiento antes de comenzar a escribir, lo que facilita la producción de un texto coherente y bien estructurado. Es especialmente útil en proyectos de gran envergadura, como tesis, novelas o artículos académicos, donde la planificación es esencial.
Además, la preescritura permite al autor explorar diferentes enfoques antes de decidirse por uno. Por ejemplo, un periodista que investiga una noticia puede realizar varias preescrituras para ver qué ángulo será más interesante para el lector. Esta flexibilidad es clave en la comunicación profesional.
Otra función importante de la preescritura es la de liberar el pensamiento del autor. Al escribir ideas sin restricciones, se evita el bloqueo creativo y se fomenta una mayor fluidez en la redacción. Esta práctica es especialmente útil para escritores que enfrentan dificultades para comenzar un texto.
Alternativas a la preescritura
Aunque la preescritura es una herramienta valiosa, no es la única manera de abordar el proceso de escritura. Algunos autores prefieren escribir directamente sin planificar, lo que se conoce como escritura espontánea o escritura en flujo. Este enfoque tiene sus ventajas, especialmente para escritores creativos que trabajan con ideas intuitivas.
Otra alternativa es la escritura en paralelo, donde se escriben varias versiones del mismo texto a la vez. Esto permite comparar enfoques y elegir el que mejor se ajuste al objetivo. Esta técnica es útil para proyectos donde la estructura no está clara desde el principio.
También existe la escritura colaborativa, en la que varias personas trabajan juntas en la preescritura y en la redacción. Esta forma de trabajo es común en equipos de comunicación y en proyectos académicos, donde diferentes perspectivas pueden enriquecer el texto final.
La preescritura en la narrativa literaria
En la narrativa literaria, la preescritura puede incluir desde la creación de personajes y escenarios hasta la elaboración de guiones de diálogos. Escritores como Stephen King y J.K. Rowling han hablado públicamente sobre cómo utilizan esta etapa para desarrollar sus historias. Para King, la preescritura es una forma de dar vida a los personajes antes de comenzar a escribir.
En el caso de Rowling, se sabe que dedicó tiempo a crear un universo detallado para Harry Potter, incluyendo genealogías, mapas y reglas mágicas. Este proceso de preescritura no solo le ayudó a mantener la coherencia del mundo ficticio, sino también a profundizar en la narrativa y los temas que exploraba.
La preescritura también permite al autor experimentar con diferentes finales y estructuras narrativas antes de decidirse por una. Esto es especialmente útil en novelas complejas con múltiples capítulos y personajes.
El significado de la preescritura en la educación
En el ámbito educativo, la preescritura es vista como una herramienta esencial para el desarrollo de habilidades comunicativas. Según autores como Emilia Ferreiro, la preescritura es una etapa natural en el aprendizaje de la escritura, donde los niños exploran el uso de símbolos para representar ideas. Esta etapa es clave para entender cómo los niños construyen el conocimiento simbólico.
En la escuela primaria, la preescritura se utiliza para enseñar a los niños cómo organizar sus pensamientos antes de escribir. Esto no solo mejora la calidad de sus producciones escritas, sino que también fomenta la reflexión y el pensamiento lógico. Autores como Lilia P. Aranda han destacado que esta etapa debe ser valorada y no corregida inmediatamente, ya que es una fase de exploración.
Además, la preescritura permite a los docentes identificar las dificultades que los niños tienen al representar su pensamiento en forma escrita. Esto les ayuda a diseñar estrategias pedagógicas más efectivas para apoyar el aprendizaje de la escritura convencional.
¿De dónde proviene el concepto de preescritura?
El concepto de preescritura se originó en la segunda mitad del siglo XX, como parte de los estudios sobre el desarrollo de la escritura en la infancia. Autores como Emilia Ferreiro y Ana Teberosky fueron pioneros en este campo al observar cómo los niños usaban símbolos antes de aprender el sistema alfabético. Estos estudios sentaron las bases para entender la preescritura como una etapa natural y necesaria en el aprendizaje de la escritura.
Con el tiempo, el concepto se amplió para incluir no solo a los niños, sino también a escritores adultos. Autores como Peter Elbow y Donald Murray exploraron cómo los adultos también benefician de un proceso de preescritura antes de comenzar a escribir. Esta evolución permitió que el concepto se aplicara en diferentes contextos, desde la educación hasta la literatura y la comunicación profesional.
La preescritura también se ha visto influenciada por teorías de la escritura como la teoría de los procesos de escritura, que propone que la escritura no es un acto único, sino una serie de etapas interconectadas. En este marco, la preescritura se posiciona como la primera de estas etapas, seguida por la escritura, la revisión y la edición.
Variantes y sinónimos de la preescritura
Aunque el término preescritura es el más común, existen otras formas de referirse a esta etapa, dependiendo del contexto. Algunos sinónimos incluyen:
- Planificación: Enfoque más estratégico que implica definir objetivos y estructuras antes de escribir.
- Brainstorming: Técnica de generación de ideas, especialmente útil en proyectos creativos.
- Borrador inicial: Fase en la que se escribe una versión preliminar del texto.
- Escritura exploratoria: Enfoque que permite al autor experimentar con ideas sin restricciones.
- Organización de ideas: Proceso de clasificar y estructurar los pensamientos antes de comenzar a escribir.
Cada una de estas variantes tiene su lugar en el proceso de escritura y puede usarse según las necesidades del autor y el tipo de texto que se esté desarrollando.
¿Cómo se diferencia la preescritura de la escritura?
La preescritura se diferencia de la escritura en que no busca producir un texto final, sino explorar ideas, establecer estructuras y preparar el terreno para escribir. Mientras que la preescritura es más flexible y menos formal, la escritura implica seguir reglas de gramática, coherencia y estilo.
En la preescritura, el autor puede usar cualquier forma para organizar sus ideas, desde listas hasta dibujos. En cambio, en la escritura, se espera que el texto esté estructurado de manera clara y que siga las normas de comunicación.
Otra diferencia es que la preescritura permite errores y experimentación, mientras que la escritura requiere mayor precisión y corrección. Por ejemplo, en la preescritura se pueden incluir ideas que no se usan finalmente, mientras que en la escritura se debe ser más selectivo con el contenido.
Cómo usar la preescritura y ejemplos prácticos
Para usar la preescritura de manera efectiva, se recomienda seguir estos pasos:
- Definir el objetivo del texto: ¿Qué se quiere comunicar? ¿A quién va dirigido?
- Generar ideas: Usar técnicas como brainstorming, mapas mentales o listas.
- Organizar las ideas: Agrupar conceptos similares y establecer una estructura lógica.
- Elaborar un esquema o plan: Definir títulos, subtítulos y puntos clave.
- Revisar y ajustar: Asegurarse de que las ideas están claras y coherentes antes de comenzar a escribir.
Un ejemplo práctico es la preparación de un artículo de blog sobre beneficios del ejercicio. Antes de escribir, se puede hacer una lista de beneficios, estructurarlos en categorías (físicos, mentales, sociales), y decidir el tono y estilo del texto. Este proceso asegura que el artículo sea completo y bien organizado.
La importancia de la preescritura en la comunicación efectiva
La preescritura no solo mejora la calidad del texto, sino que también contribuye a la comunicación efectiva. Al planificar el mensaje antes de escribir, se asegura que el contenido sea claro, relevante y adaptado al público objetivo. Esto es especialmente importante en la comunicación profesional, donde la claridad y la precisión son claves.
En el ámbito empresarial, por ejemplo, la preescritura puede usarse para elaborar presentaciones, informes o correos electrónicos. Al organizar las ideas antes de escribir, se reduce el riesgo de confusiones y se mejora la percepción del mensaje por parte del lector.
Además, la preescritura permite al autor anticipar posibles objeciones o preguntas del lector, lo que le da la oportunidad de incluir respuestas proactivas en el texto. Esto no solo mejora la coherencia del mensaje, sino también su impacto.
La preescritura como proceso creativo
La preescritura no es solo un paso técnico, sino también un proceso creativo que permite al autor explorar nuevas ideas y enfoques. En este sentido, autores como Anne Lamott y Julia Cameron han destacado la importancia de esta etapa para fomentar la creatividad y la originalidad en la escritura.
En la preescritura, el autor puede permitirse experimentar con diferentes tonos, estilos y estructuras sin sentir presión por cumplir con expectativas. Esta libertad fomenta la innovación y permite que el texto final sea más interesante y original.
Además, la preescritura puede ser un momento de inspiración, donde el autor descubre nuevas perspectivas y enfoques que no habría considerado de otro modo. Esta flexibilidad es especialmente útil en proyectos creativos, donde la originalidad es un factor clave.
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