En el ámbito del lenguaje y la literatura, el término digresión ocupa un lugar importante al referirse a la desviación que se produce al hablar o escribir sobre un tema distinto al que se estaba abordando. Este artículo explora el significado de digresión según el diccionario, sus características, ejemplos y usos en diversos contextos. Conocer qué es una digresión ayuda a mejorar la claridad del discurso y a evitar confusiones en la comunicación escrita o oral.
¿Qué es una digresión según el diccionario?
Según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), la digresión es definida como la acción de desviarse de un tema para hablar de otro. Este término se utiliza principalmente en contextos literarios y discursivos para referirse a una desviación intencional del tema principal, que puede ser breve o prolongada, y que busca aportar información adicional, aunque no sea esencial.
Un dato histórico interesante es que el uso de la digresión como técnica literaria se remonta a la antigüedad, siendo especialmente notable en autores como Homero, en cuyas obras como *La Ilíada* o *La Odisea* se encuentran numerosos ejemplos de desvíos narrativos que enriquecen la historia. Estos momentos no son meras distracciones, sino elementos que ayudan a construir el mundo narrativo o a desarrollar personajes.
En el ámbito académico, la digresión también puede ser útil para contextualizar ideas o argumentos. Por ejemplo, en una disertación sobre la historia de la filosofía, el autor podría hacer una digresión sobre el contexto histórico de una figura clave. Esto permite dar una visión más completa, aunque exige un equilibrio para no perder el enfoque principal del discurso.
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La digresión como herramienta en la comunicación y la narrativa
La digresión no solo es un fenómeno gramatical o literario, sino también una estrategia comunicativa que puede usarse con intención o de forma natural. En un discurso oral, por ejemplo, una persona puede desviarse del tema principal para aclarar un concepto, contar una anécdota relevante o simplemente relajarse. En este sentido, la digresión puede ser útil o perjudicial, dependiendo del contexto y del propósito del hablante.
En la literatura, las digresiones suelen tener una función estética o didáctica. En la novela clásica, los autores empleaban digresiones para introducir reflexiones filosóficas, descripciones detalladas o incluso historias dentro de la historia. Estas desviaciones aportan riqueza al texto, aunque también pueden dificultar la comprensión si no están bien integradas.
Es importante destacar que, aunque la digresión puede enriquecer una narrativa, también puede ser perjudicial si se abusa de ella. En un ensayo académico, por ejemplo, una digresión innecesaria puede distraer al lector y debilitar la argumentación. Por eso, el uso de la digresión requiere un equilibrio y una clara intención por parte del autor.
Diferencias entre digresión y otros elementos narrativos similares
Es común confundir la digresión con otros elementos narrativos, como la anécdota, el interludio o el episodio secundario. Sin embargo, cada uno tiene una función distinta. Mientras que la anécdota es una narración breve y aislada, la digresión es una desviación dentro de un discurso más amplio. Por su parte, el interludio es una pausa o una escena insertada en una obra, normalmente para cambiar el tono, y el episodio secundario es una parte menos relevante de la trama principal.
Otra diferencia importante es que la digresión no siempre se planifica. En un discurso espontáneo, como una charla informal, las digresiones pueden surgir de forma natural. En cambio, en una obra literaria, las digresiones suelen estar cuidadosamente estructuradas para cumplir una función específica. Esto subraya la importancia de distinguir entre una desviación intencional y una desviación accidental.
Ejemplos de digresión en la literatura y la vida cotidiana
Para comprender mejor qué es una digresión, resulta útil analizar ejemplos concretos. En la literatura, un ejemplo clásico es el discurso de César en *Julio César* de Shakespeare, donde el personaje reflexiona sobre el poder y la ambición. Esta digresión no solo enriquece el personaje, sino que también prepara al lector para lo que vendrá después.
En la vida cotidiana, las digresiones son comunes en conversaciones informales. Por ejemplo, una persona que está hablando sobre su día en el trabajo puede hacer una digresión para contar una anécdota sobre un compañero o para mencionar un tema personal. Estas desviaciones pueden ser útiles para mantener el interés del interlocutor o para compartir información relevante.
Aquí tienes algunos ejemplos prácticos de digresión en uso:
- En un discurso: Hablábamos sobre la importancia del ejercicio cuando, permitidme una pequeña digresión, quiero mencionar cómo el estrés también afecta nuestra salud mental.
- En una carta: Mencionaba en mi anterior mensaje sobre la reunión, pero antes de continuar, quiero aclarar un punto que me llamó la atención durante el viaje.
La digresión como concepto en la teoría literaria
Desde la perspectiva de la teoría literaria, la digresión se considera una herramienta narrativa que permite al autor explorar temas secundarios, desarrollar personajes o enriquecer la trama. Esta técnica puede ser episódica, reflexiva o descriptiva, dependiendo de su propósito. Por ejemplo, una digresión reflexiva puede servir para que un personaje comparta sus pensamientos sobre un tema, mientras que una digresión descriptiva puede detallar el entorno o los sentimientos de un personaje.
Una de las funciones más importantes de la digresión es la de proporcionar contexto. En una novela histórica, por ejemplo, el autor puede insertar una digresión para explicar el contexto histórico o cultural de un evento mencionado. Esto ayuda al lector a comprender mejor la trama y a sumergirse más profundamente en el mundo narrativo.
En la teoría narrativa, se ha estudiado cómo las digresiones pueden afectar la estructura del texto. Algunos críticos sostienen que las digresiones pueden alterar el ritmo de la narrativa, mientras que otros argumentan que son esenciales para crear una obra más rica y compleja. En cualquier caso, el uso de la digresión requiere un equilibrio entre la desviación y la coherencia general del texto.
Tipos de digresión y sus usos en diferentes contextos
La digresión puede clasificarse según su función, su duración o su lugar dentro del discurso. Algunos de los tipos más comunes incluyen:
- Digresión narrativa: Se utiliza para contar un evento secundario dentro de la trama principal.
- Digresión argumentativa: Aparece en discursos o ensayos para aclarar un punto o apoyar una argumentación.
- Digresión reflexiva: Permite a los personajes o autores expresar sus pensamientos o sentimientos.
- Digresión descriptiva: Se usa para detallar escenarios, personajes o emociones.
En contextos académicos, la digresión puede ser útil para ilustrar conceptos abstractos con ejemplos concretos. Por ejemplo, en un artículo sobre la economía, el autor podría hacer una digresión para explicar cómo ciertos fenómenos históricos influyeron en las políticas actuales. Esto ayuda al lector a comprender mejor la información presentada.
En la comunicación oral, como en una conferencia o una charla, las digresiones pueden ser usadas para mantener el interés del público. Sin embargo, es importante no abusar de ellas, ya que pueden distraer al audiencia y debilitar el mensaje principal.
La digresión en la escritura creativa y académica
En la escritura creativa, como en novelas o cuentos, la digresión es una herramienta poderosa para enriquecer el texto. Un autor puede insertar una reflexión filosófica, una descripción detallada del entorno o incluso una historia dentro de la historia para dar mayor profundidad a su obra. Estas desviaciones no solo añaden interés, sino que también permiten al lector explorar diferentes dimensiones del texto.
Por otro lado, en la escritura académica, la digresión debe usarse con mayor cautela. Aunque puede ser útil para aclarar conceptos o proporcionar contexto, una digresión prolongada puede distraer al lector y debilitar la argumentación. Por eso, en este tipo de escritura, las digresiones suelen ser breves y estrechamente relacionadas con el tema principal.
En ambos casos, el equilibrio es clave. Un buen autor sabe cuándo y cómo usar la digresión para enriquecer su discurso sin perder el enfoque. Esta habilidad requiere práctica, sensibilidad y una comprensión clara del propósito del texto.
¿Para qué sirve la digresión en la comunicación?
La digresión sirve para varios propósitos en la comunicación. En primer lugar, puede usarse para aclarar conceptos, proporcionar contexto o ilustrar ideas abstractas con ejemplos concretos. Por ejemplo, en una conferencia sobre salud, el orador podría hacer una digresión para explicar cómo ciertos hábitos afectan la salud mental.
Otra función importante de la digresión es mantener el interés del audiencia. En una charla larga o un discurso monótono, una digresión bien hecha puede romper el ritmo y captar la atención del público. Esto es especialmente útil en presentaciones orales donde es fácil perder el interés si no hay variación.
Además, la digresión puede usarse para construir relaciones personales. En una conversación informal, hacer una digresión para contar una anécdota o compartir una experiencia personal puede fortalecer el vínculo entre los interlocutores. En este sentido, la digresión no solo es una herramienta narrativa, sino también una forma de comunicación social.
Variantes y sinónimos de digresión
Existen varios términos que pueden usarse como sinónimos de digresión, dependiendo del contexto. Algunos de los más comunes incluyen:
- Desvío: Se usa en contextos comunicativos para referirse a una desviación del tema.
- Excursus: Término académico que se refiere a una excursión intelectual o una digresión extensa.
- Interludio: Se usa en narrativas para describir una pausa o una escena insertada.
- Desviación: Puede referirse tanto a una acción como a un fenómeno narrativo.
- Episodio secundario: Se usa en novelas para describir una parte menos relevante de la trama.
Estos términos, aunque similares, tienen matices distintos. Por ejemplo, el excursus suele ser más formal y se usa principalmente en textos académicos, mientras que el interludio es más común en obras teatrales o musicales. Conocer estos sinónimos permite una mayor precisión en la comunicación escrita y oral.
La digresión como fenómeno psicológico y social
Desde una perspectiva psicológica, la digresión puede ser vista como una forma natural de pensar y comunicar. El ser humano tiende a asociar ideas de manera no lineal, lo que puede llevar a desviaciones espontáneas en la conversación. Este fenómeno es especialmente común en personas con alta creatividad o imaginación.
En el ámbito social, la digresión también puede tener una función importante. En una conversación informal, hacer una digresión puede ser una forma de mantener el interés, compartir experiencias personales o incluso evitar temas incómodos. En este sentido, la digresión no solo es una herramienta narrativa, sino también un recurso social.
En resumen, la digresión es un fenómeno multifacético que puede usarse con diferentes propósitos. Desde una herramienta literaria hasta un recurso psicológico, su uso depende del contexto y de las intenciones del comunicador.
El significado de la palabra digresión según el Diccionario de la Lengua Española
Según el Diccionario de la Lengua Española (DLE), la digresión se define como la acción de desviarse de un tema para hablar de otro. Esta definición abarca tanto el uso literario como el uso cotidiano del término. En el ámbito académico, la digresión se considera una técnica narrativa que permite al autor explorar temas secundarios o aclarar conceptos complejos.
El DLE también incluye ejemplos de uso de la palabra en oraciones para ilustrar su significado. Por ejemplo, se menciona una frase como: El autor hace una digresión para explicar el contexto histórico del personaje. Estos ejemplos ayudan a comprender mejor cómo se utiliza la palabra en la práctica.
Además, el DLE señala que la palabra proviene del latín digressio, que significa desviación o alejamiento. Esta etimología refuerza la idea de que la digresión es una forma de alejamiento temporal del tema principal, con el objetivo de aportar información o enriquecer el discurso.
¿De dónde proviene la palabra digresión?
La palabra digresión proviene del latín digressio, que a su vez deriva de dis- (prefijo que indica separación o división) y gredior (andar, ir). En este sentido, la raíz etimológica sugiere un movimiento hacia otro lugar, es decir, una desviación o alejamiento de un camino principal.
Este uso del término se consolidó en el lenguaje literario y académico durante la Edad Media y el Renacimiento, cuando los autores comenzaron a explorar con mayor profundidad las técnicas narrativas. En el siglo XVII, la palabra digresión ya era común en tratados de retórica y en manuales de escritura, donde se explicaba su uso como una herramienta para enriquecer el discurso.
La evolución del término refleja cómo ha ido ganando relevancia en diferentes contextos. Hoy en día, la digresión no solo se usa en la literatura, sino también en la comunicación oral, el periodismo, la educación y otras áreas del conocimiento.
Uso y significado de la palabra digresión en el lenguaje coloquial
En el lenguaje coloquial, la palabra digresión se usa con frecuencia para describir desviaciones en una conversación o en un discurso. Por ejemplo, alguien puede decir: Perdón por la digresión, pero quería aclarar algo antes de continuar. En este contexto, la digresión no es necesariamente negativa, sino una forma natural de comunicación.
En el lenguaje cotidiano, las digresiones pueden ser útiles para compartir experiencias personales, aclarar conceptos o simplemente mantener una conversación interesante. Sin embargo, también pueden ser perjudiciales si se abusan, ya que pueden distraer al interlocutor y debilitar el mensaje principal.
Es importante tener en cuenta que, aunque el lenguaje coloquial es más flexible, el uso de la digresión sigue requiriendo un equilibrio. Una conversación con demasiadas digresiones puede resultar confusa, mientras que una conversación sin digresiones puede ser monótona. Por eso, el arte de la comunicación está en saber cuándo y cómo usar la digresión de manera efectiva.
¿Cómo afecta la digresión en la comprensión del lector o oyente?
La digresión puede tener un impacto significativo en la comprensión del lector o oyente. Por un lado, una digresión bien hecha puede enriquecer el texto o la conversación, proporcionando información adicional que ayuda a entender mejor el tema principal. Por otro lado, una digresión mal utilizada puede confundir al lector o distraer al oyente, especialmente si no está claramente relacionada con el tema central.
En la literatura, las digresiones pueden afectar la estructura del texto. Si son demasiadas o demasiado largas, pueden dificultar la comprensión global de la obra. Por eso, los autores deben equilibrar las digresiones con la trama principal para mantener la coherencia del texto.
En la comunicación oral, las digresiones también pueden afectar la claridad del mensaje. Un discurso lleno de digresiones puede ser difícil de seguir, especialmente si el hablante no vuelve al tema principal con claridad. Por eso, es importante planificar las digresiones con anticipación y asegurarse de que sirvan a un propósito específico.
Cómo usar la digresión correctamente y ejemplos de uso
Para usar la digresión correctamente, es importante seguir ciertas pautas. Primero, asegúrate de que la digresión sea relevante al tema principal. Aunque no tiene que ser esencial, debe tener una conexión lógica con el discurso. Segundo, no hagas digresiones innecesarias, ya que pueden distraer al lector o oyente. Tercero, vuelve al tema principal con claridad después de la digresión.
Aquí tienes algunos ejemplos de uso correcto de la digresión:
- En un discurso:Estábamos hablando sobre la importancia de la educación, pero antes de continuar, quiero hacer una pequeña digresión para mencionar cómo el acceso a la educación afecta el desarrollo económico de un país.
- En un ensayo:El tema de este artículo es la migración, pero antes de profundizar, hago una digresión para explicar el contexto histórico que ha provocado estos movimientos.
- En una conversación:Hablábamos sobre la política, pero perdón por la digresión, quería mencionar una experiencia personal que me hizo reflexionar sobre este tema.
Estos ejemplos muestran cómo la digresión puede usarse de manera efectiva para aclarar ideas, enriquecer el discurso o mantener el interés del público.
La digresión en la televisión, el cine y los medios de comunicación
En los medios de comunicación, como la televisión y el cine, la digresión también tiene un lugar importante. En la narrativa audiovisual, una digresión puede manifestarse en forma de flashback, interludio o incluso una secuencia paralela. Estas técnicas permiten a los directores explorar diferentes perspectivas o historias que enriquecen la narrativa principal.
En la televisión, las series a menudo usan digresiones para desarrollar a sus personajes. Por ejemplo, una serie puede insertar una escena que muestra la infancia de un personaje para explicar sus motivaciones actuales. Estas digresiones no solo aportan información, sino que también humanizan a los personajes y generan empatía en el espectador.
En los medios digitales, como las redes sociales o los blogs, las digresiones también son comunes. Un youtuber, por ejemplo, puede hacer una digresión para contar una anécdota personal o para responder a un comentario del público. Estas desviaciones pueden hacer que el contenido sea más atractivo y cercano al espectador.
Reflexión final sobre el uso responsable de la digresión
Aunque la digresión es una herramienta poderosa en la comunicación y la literatura, su uso requiere responsabilidad y equilibrio. Una digresión bien hecha puede enriquecer un texto, aclarar un concepto o mantener el interés del lector. Sin embargo, una digresión mal utilizada puede distraer, confundir o incluso debilitar la argumentación.
En resumen, la digresión no es solo un fenómeno gramatical o literario, sino también una estrategia de comunicación que puede usarse con intención o de forma natural. Su uso depende del contexto, del propósito y del equilibrio que el autor o hablante logre mantener entre la desviación y el tema principal.
Por eso, es importante aprender a identificar, usar y evaluar las digresiones en diferentes contextos. Ya sea en la escritura, el discurso o la comunicación cotidiana, dominar esta herramienta puede ayudarte a expresarte con mayor claridad y efectividad.
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